Ingredientes: 150 g de quinoa, 150 g de harina integral, sal y pimienta, 15 g de levadura fresca, 400 g de espinacas frescas, 3 tomates, 1 cebolla, 1 ajo, aceite de coco.
Precalentar el horno a 180º. Poner en un bol la quinoa y la harina de trigo. Añadir un poco de sal, 15 g de levadura fresca desmigada y 1,8 dl de agua fría. Mezclar primero con cuchara para terminar amasando con las manos al menos cinco minutos. Dejar reposar la masa obtenida en un bol limpio tapada con un paño 60 minutos.
Desinflar la masa presionando con el puño y dividir en cuatro bolas del mismo tamaño. Extender con ayuda de un rodillo para formar cuatro discos de unos veinte cm de diámetro. Meter al horno precalentado y dejar cocer unos quince minutos. Retirar del horno.
Pelar y picar el ajo, la cebolla y los tomates. Poner una sartén grande al fuego con una cucharada de aceite de coco virgen. Añadir el ajo y la cebolla y dejar al fuego cinco minutos. Añadir el tomate, las espinacas limpias, sal y pimienta y una mezcla de especias al gusto. Dejar cocer diez minutos y servir las espinacas sobre los panes de quinoa.
Este snack, con su toque de especias, marida estupendamente con Alhambra Especial Radler, por su elaboración con limón y ligeras notas de cardamomo, una especia muy extendida en la gastronomía andalusí que complementa el sabor refrescante y cítrico de la Radler.
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