Estás sentadx en el taxi de camino al aeropuerto. A tan solo un par de horas de empezar el viaje de tu vida (o eso es lo que tú crees). Después de 6 pagas extras y de apretarte el cinturón durante tres años, por fin llega el momento de desconectar y disfrutar de unas merecidas vacaciones.
T4 del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas y tu reloj marca las 12:30 horas. ¡Perfecto! Ya estás en la puerta de facturación, esperando a que abran.
- ¡Mierda! ¿Y mi pasaporte? – preguntas.
Es ahí cuando te viene a la mente la imagen de ti, esta mañana, dejando el pasaporte en la mesa de la cocina. ¡Ahí se ha quedado! ¿Y ahora qué?
Después de una interminable cola para hacerte el pasaporte, ya tienes el tuyo. Se lo has entregado al azafato y estás en el finger esperando a que abran la puerta del avión. De repente escuchas a una pasajera decir que el pasajero del asiento 7D deberá elegir otro asiento. Ha quedado manchado después de que alguien vomitase en el vuelo anterior.
No puede ser, la mal suerte no ha terminado – piensas, mientras ves que en tu billete aparece esa combinación alfanumérica.
Tranquilx, la compañía es muy amable y te da a elegir entre tres opciones para que estés cómodX en tu viaje y compensarte por las molestias. ¿Dónde quieres sentarte?
Volver a casa a por el pasaporte no ha sido muy buena idea. El avión que has visto despegar mientras bajabas del taxi era el tuyo.
Te acercas a la ventanilla de la compañía y el chico que está atendiendo en ese momento te dice que lo único que pueden hacer por ti es ofrecerte un billete, a mitad de precio, para su próximo vuelo. Eso sí, no sabrás dónde estás hasta que bajes del avión. ¿Te apetece vivir esta aventura?
¡Bieeeeen! Por fin toca suelo el avión. Menudo viajecito has pasado. El cielo en Madrid estaba despejado, tenía un azul precioso y un sol muy brillante. ¿Quién iba a pensar que se avecinaba una tormenta eléctrica y miles de turbulencias?
Toca recoger tu equipaje y empezar a disfrutar del mejor viaje de tu vida. Pero, espera un momento, ¿dónde has dejado la maleta?
Por si no hubieras tenido suficiente mala suerte al tener que bajar del avión en la pista, te ha pillado una granizada mientras bajabas las escaleras del avión.
Una vez que te has repuesto de la que ha caído, empiezas a buscar los carteles de “Salida" y te diriges hacia ella. ¿Dónde estás?
Vaya, pensábamos que la opción de viaje sorpresa te gustaría. Después de haberte olvidado, tú mismo, el pasaporte en tu casa...
Tenemos una idea mejor, ¿por qué no empiezas de nuevo? A ver si tienes más suerte.
¿De verdad te has olvidado la maleta en Madrid? Cuando viste a todos los pasajeros de tu avión guardando su equipaje en los departamentos de la cabina, ¿no echaste de menos algo?
Bueno, te lo perdonamos porque seguro que fue por la emoción de emprender el viaje de tu vida. Venga, vuelve al taxi y empieza de nueva esta aventura. Será lo mejor.
Deberías de tener más cuidado si vas a hacer turismo por Nueva York y llevas una cámara de 1.000 euros en la mochila. ¿No pensaste en cerrar la cremallera? Así les ha sido muy sencillo quitarte la cámara y salir corriendo. Menuda carilla se te tiene que haber quedado cuando has ido a fotografiar la Estatua de la Libertad.
Venga, vamos a ser buenos y vamos a dejarte volver a ese momento en el que tienes que ver dónde está tu maleta, ¿te parece?
¿Alguien te avisó de que la ruta que ibas a hacer era montaña arriba? Ya podrían haber sido un poco majos y decírtelo. Más que nada porque podrías haberte evitado el mal de altura.
Nosotros sí que vamos a ser buenos y te vamos a dejar que vuelvas al momento en el que tenías que elegir asiento, ¿quieres?
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